VÉRTIGO PERIFÉRICO |
Ante un paciente con un episodio o varios de vértigo, la primera valoración necesaria tiene que ver con el propio síntoma. Es importante determinar si estamos ante un paciente con una crisis única de vértigo prolongada o si se trata de una más de las diversas recurrencias que ya ha sufrido. En este segundo caso debemos averiguar si el desencadenante es un cambio postural o el vértigo aparece espontáneamente.
1. Una primera crisis, relativamente prolongada (más de 5 horas), con síntomas vegetativos prominentes, es probable que se deba a una vestibulopatía aguda unilateral. La existencia de factores de riesgo vascular y síntomas de focalidad neurológica sugiere una alteración central, que se confirma por un nistagmo espontáneo que no es suprimido al anular la fijación visual, en particular si es vertical y bate hacia abajo, u horizontal y de dirección cambiante, así como una maniobra oculocefálica normal. Estos pacientes sufren un desequilibrio intenso, y es necesario derivarlos al neurólogo.
2. Si la anamnesis no sugiere una afectación central y en la exploración los signos indican una lesión periférica (maniobra oculocefálica patológica hacia un lado, nistagmo espontáneo horizontal-rotatorio que cumple la ley de Alexander y es reducido por la fijación visual, bate hacia el lado de la maniobra oculocefálica normal y al contrario del sentido de giro/caída en la maniobra de Romberg) sin síntomas de déficit auditivo, debemos pensar en una neuritis vestibular. Se instaurará un tratamiento a base de corticoides con intención curativa y sintomático (sedantes vestibulares). El paciente debe ser revisado en 2 días para determinar la evolución.
3. Ante episodios de vértigo recurrentes sin una frecuencia y/o periodicidad determinada, no desencadenados por cambios posturales/posicionales es necesario contemplar un amplio diagnóstico diferencial. Nuevamente, ciertos aspectos de la anamnesis y la exploración clínica pueden orientar hacia una lesión neurológica que se podrá confirmar con una prueba de diagnóstico por la imagen y/o analítica de laboratorio, derivando al paciente al neurólogo para su adecuado diagnóstico y/o tratamiento. La existencia de síntomas auditivos recurrentes fluctuantes con los episodios de vértigo sugiere una enfermedad de Meniére o cualquiera de sus variantes; el diagnóstico diferencial se debe realizar con otras alteraciones periféricas otológicas, así como con algunas centrales. Debe efectuarse no sólo un exhaustivo examen auditivo y vestibular, sino también estudios de imagen (tomografía computarizada [TC] y/o resonancia magnética [RM]). Existen forma mixtas como la migraña vestibular cuyo diagnóstico se basa en la existencia de criterios adecuados de migraña y en la coexistencia de síntomas migrañosos (fotofobia, fonofobia, aura visual) en al menos dos episodios de vértigo y/o inestabilidad.
4. En pacientes con episodios de vértigo agrupados durante períodos más o menos prolongados (días, semanas), durante los cuales sólo presentan sensación de vértigo con los cambios posturales, el diagnóstico probable es el de vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB). La historia clínica permitirá determinar el lado de la lesión. La exploración del nistagmo de posición y la realización de la maniobra de Dix-Hallpike confirman el lado de la lesión y el canal afectado (horizontal, superior y/o posterior). La dirección del nistagmo (horizontal de dirección cambiante geotrópico/ageotrópico, disociado eminentemente torsional horario / antihorario) confirma el canal afectado, y su duración y aparición o modificación durante la exploración y/o maniobras de reposición determinan el mecanismo fisiopatológico (litiasis del canal o cupulolitiasis).Con estos datos se procederá a realizar la maniobra de reposición de partículas más adecuada. Una forma particular de vértigo es la que aparece en los niños. En ellos es preciso diferenciar claramente si el vértigo o la inestabilidad son crónicos o episódicos. Los datos de la historia que guían el diagnóstico son la existencia o ausencia de hipoacusia, fiebre, cefalea, vómitos y/o antecedentes de traumatismo craneoencefálico, así como la edad, inferior o superior a 5 años. Los diagnósticos más frecuentes son: migraña, vértigo paroxístico benigno de la infancia, neuritis vestibular, ansiedad, hipotensión ortostática y vértigo postraumático. Nunca debe olvidarse que, aunque raro, el vértigo puede ser un síntoma asociado a los tumores de fosa posterior en los niños. NOTAS RELACIONADAS: – VÉRTIGO POSICIONAL PAROXISTICO BENIGNO (VPPB) – TRATAMIENTO QUIRURGICO DEL VPPB – TRATAMIENTO DEL VPPB DEL CANAL LATERAL – ICS IMPULSE o vHIT® (video Head- Impulse Testing) – REFLEJO VESTÍBULO-OCULOMOTOR VIDEO ASISTIDO o Video Head-Impulse Test [vHIT] |
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