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Enfermedad de Ménière

ENFERMEDAD DE MÉNIÈRE

Revisión bibliográficaIntroducción:

Prosper Ménière (1799-1862) fue un médico francés que en 1861 describió los síntomas de una condición relacionada con el vértigo recurrente de inicio repentino. Logrando, en sus días, que los pacientes afectados por este problema dejaran de ser tratados como enfermos mentales, posiblemente sufriendo de la histeria.

Sin que exista una definición comúnmente aceptada, se puede definir como un trastorno del equilibrio de origen laberíntico, debido a una alteración idiopática en el metabolismo de la endolinfa que desencadena una dilatación del laberinto membranoso al incrementarse su volumen: hidrops.

La AAO-HNS en 1995 lo define como un síndrome idiopático de hidrops endolinfático que clínicamente se manifiesta por crisis vertiginosas esporádicas, espontáneas y recurrentes, pérdida auditiva, plenitud ótica y acúfenos.

Cuando el hidrops es producido por una causa conocida se ha denominado síndrome de Ménière, refiriéndose al conjunto de síntomas característicos de la EM. El EM como entidad patológica se refiere al hidrops idiopático. Existen otros hidrops no idiopáticos, producidos por diversas causas, como más adelante expondremos. Por tanto:

Vértigo de Ménière es el hidrops endolinfático.

Síndrome de Ménière es la tríada sintomática de sordera, acúfenos y vértigo en episodios paroxísticos debida a una etiología conocida.

Es sin duda el cuadro vertiginoso periférico más emblemático y el más estudiado. Multitud las publicaciones anuales tratan de afianzar su conocimiento y paradójicamente puede que sea el menos conocido. Por mucho que se lea sobre este tema es imposible encontrar verdades absolutas ni pautas totalmente precisas sobre su diagnóstico y tratamiento.

Como término se ha utilizado de forma absolutamente gratuita en la clínica diaria para designar cualquier trastorno del equilibrio, sin pensar que los trastornos del equilibrio son originados por una amplia variedad de etiologías vertiginosas. No obstante cada vez se utiliza con más precisión.

La Enfermedad de Ménière, tal como la describe Prosper Ménière, es la hemorragia laberíntica.

Las discrepancias existentes sobre este cuadro comienzan ya en su misma denominación y así terminológicamente se han manejado en la literatura médica varias denominaciones para esta entidad clínica: enfermedad de Ménière, vértigo de Ménière, síndrome de Ménière e hidropepsía o hidrops endolinfático. Ahora bien, en general hoy es admitido el término enfermedad de Ménière para este cuadro cuando es idiopático y síndrome de Ménière cuando es secundario a una causa conocida (postraumático, enfermedad de Cogan, etc.). De todas formas la terminología de síndrome, enfermedad o vértigo describiendo distinciones entre estos términos, tal como se puede encontrar en la literatura es poco práctica y muy ambigua.

El término de síndrome menieriforme apenas se utiliza, con él se pretende identificar un cuadro vertiginoso cuando es muy similar a la EM, pero no cumple todos los criterios para ser diagnosticado como tal y tampoco puede enmarcarse en otro diagnóstico.

El término hidrops vestibular se emplea cuando la historia clínica es sugerente de una EM pero no cursa con hipoacusia.

Hasta las posibilidades de escritura del epónimo Menière es objeto de controversia en su acentuación: Ménière, Meniere o Menière. Ménière es como aparece escrito en la partida de nacimiento de Prosper Menière y la forma utilizada por su hijo Emilio en documentos póstumos. La forma de preferencia para el autor era Menière ya que es como firmó Prosper Menière sus trabajos y documentos. El Dornald´s Illustrated Medical Dictionary utiliza el término Meniere para denominar a la enfermedad y Ménière cuando se refiere al personaje.

En 1972 la AAO-HNS subdividió la enfermedad en:

▪ EM vestibular o hidrops vestibular, para denominar un cuadro en que la enfermedad se restringe al vestíbulo produciendo episodios vertiginosos recurrentes idénticos a los de la EM pero sin sordera, es decir, sin participación coclear.

▪ EM coclear, o hidrops coclear, cuando la enfermedad se restringe a la cóclea presentando un cuadro de hipoacusia y acúfenos similar a la EM, es decir, en crisis pero sin vértigo.

En 1985 la misma Academia suprime esta subdivisión.

Cerca del 40% de la población adulta tiene algún disturbio de equilibrio en alguna época de su vida. Buena parte de estos individuos tienen como substrato histopatológico de sus quejas el hidro endolinfático, descrito por Hallpike y Cairos en 1938.

Las casuísticas mundiales son extremadamente variadas en relación a esta enfermedad. Algunos estudios muestran que esta enfermedad se presenta en 200 de cada 100 mil personas, con inicio normalmente en la cuarta década de la vida. Otros demostraron una incidencia de 46 afectados por cien mil personas, con igual distribución entre los sexos. Otros todavía hablan en 0,2% de la población.

Los estudios son unánimes en expresar la gran prevalencia del estado mórbido entre la enfermedad que son motivadas y las quejas de alteración de la audición y del equilibrio corporal. La unilateralidad o la bilateralidad de afección es otro punto que se nota la gran variabilidad de opiniones. Los números varían de 50% a 75% de incidencia unilateral.

Otro punto conceptual importante se refiere a la correcta denominación de la enfermedad. Según las directrices actuales del comité sobre audición y equilibrio de la Academia Americana de Otorrinolaringología, al respecto del diagnostico y de la evaluación del tratamiento de la enfermedad de Ménière, la afección debe ser definida como un hidrops endolinfático de etiología no esclarecida. Esa enfermedad solo puede ser confirmada por medio de estudio histopatológico post-mortem.

Para las demás condiciones cuya fisiopatología determina la frecuencia del hidrops endolinfático: como enfermedades inmunológicas, traumas, sífilis, hiperglicemia y otras. Los síntomas característicos del hidrops endolinfático son los siguientes: crisis de vértigos recurrentes, acufenos, pérdida de audición, sensación de plenitud auditiva. Los síntomas audiológicos están presentes en el oído afectado.

La crisis del vértigo tiene duración por lo menos 20 minutos y frecuentemente es acompañada de nauseas y vómitos, después de un ataque, el paciente acostumbra tener una sensación de desequilibrio que dura horas o días. Es necesario que suceda por lo menos dos episodios de vértigo con esas características para establecer el diagnostico. La fluctuación de la audición en un síntoma muy común, pero no ocurre en todos los pacientes. La queja que está empeorando la audición durante la crisis, como sensación que mejora después del episodio critico.

La sensación de presión en los oídos y de la cabeza también es frecuente y generalmente sucede en la crisis vertiginosa.

Hay dos variantes clínicas reconocidas de la enfermedad: la enfermedad de Ménière exclusivamente coclear o exclusivamente vestibular. En la enfermedad coclear está presente las quejas de fluctuación pérdida progresiva de la audición; los test audiológicos son característicos de la enfermedad, pero las crisis vertiginosas están ausentes. La variante vestibular está presente apenas en la crisis del vértigo y de la plenitud auditiva.

En la enfermedad de Ménière existe un alargamiento del espacio endolinfático con aumento del volumen y supuesta es la presión en la endolinfa. Ellos provocarían un ensanchamiento de la membrana de Reissner hacia la escala vestibular, dilatación de los canales semicirculares y el vestíbulo con ruptura de las membranas endolinfáticas. Estos cambios se han definido como hidropesía endolinfática del oído interno. El edema no es sinónimo de enfermedad de Ménière, porque también puede producirse por causas no idiopáticas (sífilis, etc). Se cree que la enfermedad de Ménière tenga una etiología hereditaria multifactorial, debido al gran numero de factores comprometidos (alteración de la estría vascular, alteración del flujo endolinfático, factores inmunológicos) sumados a la presencia de alteraciones extrínsecas asociadas, como hormonales (insuficiencia de estrógenos, hipotiroidismo), stress y disfunción del metabolismo de la glucosa (intolerancia). Otra teoría seria que la causa sea un virus herpes simples.

Contenido:

La enfermedad de Ménière, tal vez la más sobre diagnosticada causa de vértigo, es una entidad clínica específica, que cursa en general con:

-Hipoacusia neurosensorial fluctuante y progresiva
-Crisis paroxísticas y episódicas de vértigos
-Acufenos

Muchas veces estas crisis están precedidas de «auras» como:

-Sensación de plenitud en oído
-Intensificación del acufeno.

El comienzo de la crisis es en general agudo e intenso; puede durar varias horas y excepcionalmente más de 2 días.
Otra característica son los periodos asintomáticos de varias semanas y/o meses.

En la Enfermedad de Ménière persistente, la frecuencia de los ataques aumenta con el tiempo, volviéndose cada vez más breves y menos severos y con menos auras.
Si bien la etiología de la E. de Ménière es incierta, el cambio patológico en el Oído interno es la Hidropesía endolinfática, que se produciría por:

-Hiperproducción de endolinfa de características bioquímicas normales (rica en K y sin proteínas como la normal) por aumento de presión del segmento arterial de la Estría Vascular
-Reabsorción insuficiente por deficiencia del Saco Endolinfático (embriogénica – genética – infecciosa-traumática?)

Esta alteración en la homeostasia endolinfa-perilinfa, determina la hidropesía con:

  • Hipertensión en la endolinfa que comprime el Órgano de Corti (sensación de plenitud, disacusia y reclutamiento)
  • Disminución del potencial endococlear por alteración de los canales de los cationes K y Ca.(hipoacusia)
  • Ruptura de la M de Reissner, permitiendo el pasaje de Na a la endolinfa y de K a la perilinfa, lo que causa la desvalorización del polo apical de las células ciliadas y la irritación de las terminales nerviosas perilinfáticas del vestibular.(crisis vertiginosas)

      

Fig. 1: Laberinto membranoso normal.               Fig.:2 Laberinto membranoso dilatado en la

enfermedad de Ménière (hidropesía).

Esta sintomatología puede estar asociada con otros trastornos sistémicos subyacentes como:

  • Estados de retención de líquidos
    -Hiperlipidemias
    -Hipotiroidismo
    -Sífilis congénita o latente
    -Diabetes
    -Alergias

BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DE UN SÍNDROME DE MÉNIÈRE:

Crisis de vértigos (horas – días)
Hipoacusia perceptiva, fluctuante, progresiva
Acufenos
Periodos asintomáticos (semanas-meses)
Auras-sensación de plenitud en el oído
Intensificación del acufeno

Hallazgos audiométricos en la Enfermedad de Ménière
DIAPASONES: Rinne (+) Weber: lateraliza al lado sano.

Puede referir diploacusia y algiacusia.

AUDIOMETRIA:
Hipoacusia perceptiva
Para graves en sus comienzos
Fluctuante
Reclutamiento (+) (Fowler -SISI-Reflejo estapedial)
Estrechamiento del campo auditivo
Puede aparecer una aparente hipoacusia conductiva, no real para tonos graves, debido a la presencia de armónicos y a la disacusia. También por un aumento de la Impedancia de la cadena, por el aumento de presión en Oído Interno.

LOGOAUDIOMETRIA:
El umbral de palabra coincide con los umbrales audiométricos; llega al 100% pero a mayores intensidades hay mala discriminación por reclutamiento y distorsión.
Cuando el tono 2000, pierde más de 40 db., sumado al Reclutamiento ya no llega al 100%.

RESULTADOS ELECTRONISTAGMOGRAFICOS

A) NISTAGMO en el ataque agudo: Muy intenso durante la crisis, va calmando gradualmente
El Ny Espontaneo: Misma intensidad y dirección, independientemente de la posición de la cabeza.
Posicional: Tipo I-II o III

En general se acepta que:

Bate hacia el oído afectado = Periodo inicial irritativo
Bate hacia el oído sano = Durante varios días en el periodo de calma.

B) NISTAGMO entre ataques:
En periodo de calma, sin mareos, en general no hay nistagmus, ni posicional ni espontaneo.
En todos los enfermos de Ménière hay hipoacusia pero no siempre hiperreflexia vestibular.
Podemos hallar una respuesta calórica disminuida y una Preponderancia direccional; pero también una hiperexitabilidad del lado enfermo en un periodo pre vertiginoso.

TEST DEL GLICEROL
No siempre es (+). Por ser una hipoacusia fluctuante, el paciente tiene que estar en un día con»mala» audición,
susceptible de responder al efecto»diurético» del Glicerol.
Contraindicaciones: Diabetes – Deshidratación – Enfermedad cardiaca-renal o hepática
Preparación: No Diuréticos por 2 semanas previas
No alcohol por 24 horas
Ayuno de 12 hrs. y durante el test.
Efectos colaterales: Dolor de cabeza – Mareos – Nauseas – Vómitos – Sed – Diuresis – Diarrea
Temporalmente, hasta que come o bebe algo.

Método: GLICEROL = 1,5 ml./kg. de  peso
1 sola toma por vía oral de {SOL.FISIOL.=1,5 ml/kg.

Vuelve hipertónica la sangre por varias horas, deshidratando en forma aguda el oído interno

TEST DE GLICEROL (+) (2a3 horas post ingesta):
-Mejora la audición por lo menos 10 db. en los tonos medios
-Disminuye el acufeno y la sensación de presión.

Un paciente que padece un Síndrome de Ménière, puede concurrir a nuestro Consultorio en dos circunstancias totalmente distintas:
a-Periodo de calma
b-Periodo de crisis
a-En un periodo de calma vestibular, en el cual el motivo de consulta puede ser el acufeno o la hipoacusia, debiendo a veces nosotros recabar acerca de supuestos cuadros «hepáticos», con mareos, nauseas y vómitos.
En estos pacientes, procederemos a intentar el diagnostico de Hidropesía Laberíntica, por medio de los estudios audiométricos, supraliminares y vestibulares, y de los factores clínicos, metabólicos y alérgicos subyacentes.
b-Durante la crisis o en los días posteriores, donde el síntoma principal y más angustiante es el vértigo. En estos casos debemos privilegiar el tratamiento de la sintomatología, pudiendo realizar un Test de Glicerol; dejando relegado el resto de los estudios para el periodo intercrisis.

 

CRISIS OTOLÍTICAS DE TUMARKIN O DROP ATTACKS EN PACIENTES CON ENFERMEDAD DE MÉNIÈRE:

Los pacientes con enfermedad de Meniere pueden presentar a lo largo de su evolución crisis otolíticas de Tumarkin o drop attacks (DA) que consisten en caídas bruscas al suelo sin pródromos previo ni pérdida de conciencia, de segundos de duración.

Las crisis otolíticas de Tumarkin son frecuentes en pacientes con enfermedad de Ménière. Pueden aparecer en cualquier momento del desarrollo de la misma. Normalmente se presentan en brotes de varios meses de duración y generalmente no precisan tratamiento.

Los DA constituyen episodios de caída brusca al suelo, sin pródromos previo o factores desencadenantes. En el contexto de la enfermedad de Meniere, fueron descritos por primera vez por Tumarkin en 1936. Basado en su experiencia con varios pacientes, este autor postuló que se originaban en los órganos otolíticos, teoría que se mantiene en la actualidad. La descripción de un empujón repentino o ilusión de alejamiento o inclinación del entorno sugiere la estimulación súbita de la membrana otolítica del utrículo, sáculo o ambos. Esto podría resultar como consecuencia de una deformación mecánica debido a las diferencias de presión dentro del oído interno o por un cambio rápido en el contenido de electrolitos de la endolinfa debido a una ruptura de membranas. La descarga de impulsos nerviosos originados en las células sensoriales de las máculas otolíticas pasaría directamente a las vías del reflejo vestíbulo-espinal y hacia los centros corticales que monitorizan la orientación espacial dando lugar a una caída súbita del paciente.

 

Otras pruebas diagnósticas:

ELECTROCOCLEOGRAFIA (Ecoch-G): evaluar  PA y PS (Patrón típico del Hydrops)

Definición

Es el primer potencial de corta latencia que aparece  permitiendo estudiar las respuestas más tempranas posibles  de campo más cercano.

Aparece dentro de los primeros 5 ms de estimulación.

Es  una técnica monoaural, poco influida por el oído contralateral y los anestésicos.

La estimación de la respuesta mediante la Ecoch-G se basa esencialmente en la interpretación del umbral y de la latencia del potencial de acción.  El umbral guarda relación estrecha con las características acústicas del estímulo que lo desencadena.

Consiste en el registro de la respuesta evocada coclear, esta respuesta comprende las microfónicas cocleares  (MC), los potenciales de sumación (PS) y el potencial de acción del nervio auditivo  (PA).

Es orientativo si PS/PA s superior al 35-40 %.

Detección de umbrales auditivos: Poco utilizado ya que se obtienen idénticos resultados con los B.E.R.A.

Topo diagnóstico lesional: es posible diferenciar si la lesión se debe a patología en la cóclea (ausencia de PA y MC) o retrococlear (presencia de MC con ausencia de PA).
En hipoacusias  conductivas hay aumento de la latencia del PA.

Diagnóstico lesional: en hipoacusias neurosensoriales, se describen 4 tipos de trazados patológicos:
1- PA disociado: el PA se desdobla, se observa en hipoacusias neurosensoriales para altas frecuencias.
2- PA difásico: aparece una primera deflexión negativa, seguida de una positiva. Corresponde a hipoacusias neurosensoriales de perfil plano.
3- PA ancho: se observa en casos de hidrops endolinfático, enfermedad de Ménière y en neurinomas del VIII par.
4- PA anormal: aquí la deflexión positiva antecede a la negativa. Se observa en las retrococleares.

V.E.M.P. (Vestibular Evoked Myogenic Potential)

Con 4 canales simultáneos de registro. A través de auriculares con un click o burst,   se estimula el sáculo. El impulso neural viaja por debajo de la división inferior (VIII par craneal) al núcleo vestibular lateral, al tracto vestibuloespinal lateral, al XI par craneal (respuesta del esternocleidomastoideo – ECM). La contracción del ECM produce un potencial de gran amplitud con un pico positivo cuya latencia está alrededor de los 13 ms y un pico negativo de alrededor de 23 ms de latencia posterior al estimulo. P13 – N23).

La presencia de VEMPs indica integridad de la vía.

El VEMPs es anormal (ausente, de baja amplitud, de gran amplitud o con latencia aumentada)  en los casos de enfermedad de Ménière, Síndrome de Dehiscencia del canal superior, neuritis vestibular, esclerosis múltiple, migraña, degeneración cerebroespinal.

VISUALIZACIÓN DE HIDROPESÍA  EN LA ENFERMEDAD DE MÉNIÈRE:

Podemos solicitar TAC y RMN, procedimientos de diagnóstico por imágenes que no aportarán imágenes apropiadas para diagnosticar la hidropesía.

Auris Nasus Larynx 2013; Vol 40(2):167 72

Podemos visualizar la Hidropesía Endolinfática en pacientes con la enfermedad de Ménière con 3 Tesla (3T)-MRI después de la inyección de intratimpánica de gadolinio-dietileno-triamnie petaaetic acidbis (Gd-DTPA). Se realizaron las proyecciones de inversión 3D-líquido-atenuada recuperación (3D-FLAIR) secuencia imagen. La 3D-FLAIR MRI pude demostrar claramente Hidropesía Endolinfática con huecos de la señal en la cóclea (81%) y el sáculo (69%) en grupos definitivos de Ménière, controlados con pruebas audio-vestibulares. La cóclea hidropesía y vestibulares hydrops (saculares) son fácilmente visualizados utilizando estas técnicas. Hydrops, como visualizar en MRI, puede ser un medio confiable para el diagnóstico la enfermedad de Ménière; Esto deberá ser apoyado por correlaciones apropiadas con pruebas funcionales auditivos vestibular.

 

Fig. 3: Diagnósticos diferenciales.

TRATAMIENTO DEL MÉNIÈRE

Sigue siendo bastante controvertido, ya que no existe un tratamiento universal.
Depende de un equipo multidisciplinario, el que lo adecuara a las posibles etiologías detectadas, de cada paciente en particular, incluyendo desde estrictos ajustes clínico-dietéticos hasta diversos procedimientos Otoneuro-quirúrgicos.
Dado lo angustioso de la sintomatología, creemos fundamental informar al enfermo en forma sencilla, de las causas de sus vértigos, de la cronicidad y posibilidad de recurrencia de las crisis, pero también de las posibilidades de éxito con los tratamientos y normas adecuadas.

TRATAMIENTO DE LAS CRISIS (muy intensas):

En este estadio es primordial tratar los síntomas fundamentalmente-vértigos:
-Alteraciones neurovegetativas
-Alteraciones psíquicas

Recomendamos la Internación por:

-Reposo
-Mejor administración de fármacos
-Sensación de protección

Sedantes laberinticos:

CLORPROMAZINA (Ampliactil) 1-2 ampollas en 500 cc de solución fisiológica, a goteo lento (40 gotas x min).
Al calmar el vértigo, podremos disminuir el goteo.-Vasodilatadores:

HISTAMINA 1 mg (base cualquier sal)
Comenzamos por vía I.V. por los vómitos.
En 500 cc de Suero Dextrosado, 35-40 gotas x min.; por 1 hora Diuréticos:

HIDROCLOROTIAZIDA (25 mg c/8 hrs.) (Pilene TT) CLORTALIDON (1 comp=100 mg /dia) (Hygroton). Sobre todo si hay antecedentes de edemas podálicos; también por el supuesto hidrops laberíntico, y para compensar el aporte de las venoclisis.
Tienen efecto a corto plazo, en el control del vértigo; pero no a largo plazo en el control de la enfermedad.

Sedantes antivertiginosos: Retardan la compensación y habituación central
– Barbitúricos
Sedantes: Droperidol
Ansiolíticos: Tranquilizantes / Diazepan / Lorazepan (Trapax)

Alcaloides de la Belladona: Atropina -Escopolamina

Anti histaminicos: Difenhidramina (Benadryl)
Dimenhidrato (Dramamine)
Prometazina (Fenergan)

Efedrina
Simpatico {Metanfetamina
mimeticos {Anfetaminas

Cinarizina
Miscelaneos {Flunarizina
{B-Histidina

Otro esquema para crisis no tan intensas:

{ Diazepan: (5 mg. IV + 5 mg por goteo) x venoclisis { +{ Escopolamina (0,3-0,6 mg)

 

TRATAMIENTO PREVENTIVO, en las intercrisis:

A)-Vasodilatadores:
Actúan sobre el laberinto y sobre el S.N.C., como anticolinérgicos, sedantes y bloqueando los canales del Ca, por lo tanto son anti vasoconstrictores.
Cinarizina (12,5 mg c/8 hrs.- Mejores resultados que con 75 mg c/8 hrs)
Flunarizina (10 mg c/24 hrs.)

B-Histidina (diclorhidrato) (8mg c/8hrs.)

B)-Investigación clínica:
a) Recuento sanguíneo (Policitemias-Anemias-Leucemias)
b) Metabolismo de las grasas:
41% presentan hiperlipoproteinemias de alta y baja densidad
56 % presentan signos variables de obesidad
-Perfil de lípidos en ayunas (Colesterol-Triglicéridos)
-Proteinograma electroforetico-Densitometria
c) Metabolismo de los azucares:
68% presentan- tolerancia anormal a la glucosa\ Hiperinsulinismo
-Prueba de tolerancia a la glucosa de 5 hrs. con respuesta simultanea a la insulina.
d) Alergias alimentarias (*RAST)
e) Sífilis (*VDRL-FTA Abs.)
f) Niveles de Prolactina (bajo consumo de Triptofano en la alimentación, por regímenes)
g) Funcionamiento:
Hepático (*Hepatograma)
Renal (Diuréticos?)
Tiroideo (*PBI-T3-T4)
h) Niveles de Zinc-Magnesio y Calcio en sangre

C)- Dieta de Cawthorne y Furstenberg:
Alimentos frescos, poco alergénicos y con poca sal en su composición.
Dieta rica en proteínas y baja en carbohidratos, sin colesterol ni triglicéridos (mayor proporción de grasas poli insaturadas)
Obtención del peso corporal adecuado.
Eliminar toxinas (café-tabaco-alcohol).
% de mejoría leve igual en Vértigo, Acufeno y Audición.

D)-Ejercicios de Rehabilitación:

Basicamente:
20 veces -Al principio con los ojos abiertos y luego, a medida que el vértigo disminuye, intentar con ojos cerrados.
-Mover los ojos de arriba a abajo y de derecha a izquierda.
-Mover la cabeza.
-Sentado: inclinarse e incorporarse.
-Sentarse y pararse.
-Caminar intentando seguir una línea recta.

También Rehabilitación Vestibular con Kinesiólogo o Fonoaudióloga especializado en el tema.

No debemos olvidar, para el tratamiento preventivo de futuras crisis, durante estas y en la rehabilitación, la importancia del apoyo psicoterapéutico.

La dieta hiposódica:

ü Sustancias a evitar:

ü Sal en todas sus formas, sal de cocina y mesa, sal yodada, sal marina, sal de apio.

ü Carnes saladas, ahumadas y curadas.

ü Pescados ahumados y secados

ü Embutidos en general.

ü Quesos en general (se permiten los quesos blancos sin sodio).

ü Pan, galletitas y biscochos (excepto si no contienen sal).

ü Aceitunas.

ü Sopas de sobre, purés instantáneos, cubitos, papas fritas, y snacks en general.

ü Jugos envasados.

ü Frutos oleaginosos salados (maní).

ü Pastelería industrial.

ü Mantequilla salada, margarina con sal.

ü Agua mineral con ácido carbónico, y bebidas gaseosas en general.

ü Agua mineral (excepto las bajas en sodio)

ü Condimentos salados, mostazas, conservas en vinagre, kétchup.

ü Conservas en general

Fig. 4: Dieta hiposódica A.

Fig. 4: Dieta hiposódica B.

 

TRATAMIENTO CON AMINOGLUCOSIDOS (Gentamina-Estreptomicina):

Actúan sobre:
-las células ciliadas del epitelio sensorial (mas selectivamente sobre las vestibulares que sobre las cocleares)
-las células oscuras que regulan el contenido iónico de la endolinfa bombeando activamente iones de Na desde la célula a la capa subepitelial, intercambiándolos por iones de K.

A-Estreptomicina:

– Por vía I.M.:0,75 a 1,75 g c/12 hrs hasta anular la respuesta calórica al agua helada.
(Dosis total=15a90 g .Dosis media=40g)
En general se obtiene anulación del vértigo sin afectación de la audición. Si se presentan ataxia y/o opsilopsia, se debe suspender el tratamiento y se lo retoma si reaparecen los vértigos.

-Instilación en Oído medio de:
Estreptomicina (150-600mg/día) durante 1 semana.
Un alto porcentaje no presento vértigos pero si hipoacusia.
Un menor porcentaje no presento hipoacusia pero si vértigo residual.

B-Gentamina:

(30 mg/día) Un alto porcentaje de remisión de los vértigos pero con mayor hipoacusia.

DEXAMETASONA VÍA COMBINADA INTRATIMPÁTICA-INTRAVENOSA PARA EL CONTROL DEL VÉRTIGO EN LA ENFERMEDAD DE MÉNIÈRE.

Inicio de la inyección por vía intravenosa de 16 mg de dexametasona, a pasar durante la realización del procedimiento. Relleno de la caja timpánica a través de la incisión con solución de dexametasona 4 mg/ml. El paciente se mantiene en decúbito supino con la cabeza rotada hacia el oído contralateral durante las siguientes cuatro horas. Se retira u obtura la vía intravenosa, el paciente puede regresar a su domicilio. Se repite el procedimiento durante tres días consecutivos.

 

TRATAMIENTOS QUIRURGICOS MÁS FRECUENTES

Si bien hay un grupo de calificadísimos especialistas (House-Portmann-Shucknett) que consideran que no habría razón para mantener a los pacientes con una medicación de por vida, dado que con una cirugía temprana, existe un alto porcentaje de mejoría del vértigo y preservación de la audición.
Otros, en tanto, consideran la alternativa quirúrgica como un método posible cuando:
– Falla el tratamiento médico.
– El vértigo es incapacitante.
– Si solo afecta a un oído.

  • Simpatectomía cervical
  • Patogénicos: {Saco Endolinfático.
  • Conservadores: {Saculotomía. {Ultrasonido. {Laberintectomía c/s Neurectomia.
  • Destructivos: {Neurectomia Vestibular. { Ultrasonido en Lab. Posterior.

Un Test de Glicerol (+) tiene valor diagnostico y pronostico, en cuanto a la conservación de la audición, haciendo aconsejable una cirugía conservadora. Hay que recordar que la lesión coclear y vestibular se produce desde el comienzo de la Enfermedad.

Cuanto mayor es el tiempo de evolución, mayor es el porcentaje de pacientes bilaterales:
3 años de evolución = 8% bilaterales
10 años = 25% bilaterales.
Un test (-) no contraindicaría una cirugía conservadora, dado que esta puede brindar un alto porcentaje de mejoría en cuanto a los vértigos.

A-Simpatectomía Cervical:
Corregiría la falla en la microcirculación laberíntica.
Sección de: Ganglio Estrellado y Ramos comunicantes simpáticos hasta T3, en forma bilateral. Luego de 2 a 3 años hay un porcentaje de recidivas (12%) por reactivación simpática
Según estadísticas un 50% se mantienen libres de vértigos a largo plazo, y mucho menor es la mejoría de la audición.
Indicado cuando es bilateral o único oído, con buena o mala audición.

B-Saco Endolinfático:
-Exponerlo
-Abrirlo
-Shunt subaracnoideo
Poca morbilidad, no destruye el laberinto.
65% de mejoría a largo plazo.
Reduce todos los síntomas (hipoacusia fluctuante-vértigos y sensación de plenitud en oído) si bien es habitual que el acufeno no desaparezca.
Mejores resultados cuando hay buena audición y es fluctuante, antes de que se dañe el neuroepitelio.
Mastoidectomía exponiendo {Dura Fosa Cerebral Posterior y { Seno Lateral
Para ubicarlo, tomamos como referencia a la proyección del CScH, sobre el CScP; y lo encontraremos internamente a este ultimo.

C-Laberintectomía:
Indicado en Hipoacusia severa o anacusia UNILATERAL, con vértigo intratable-Presión y/o acufeno severos
Localizar y seguir los Conductos SC hasta el Vestíbulo y eliminar las 5 zonas de Neuroepitelio. Muchos casos de vértigos recidivados se deben a que no se accedió a la ampolla del CSC Posterior, debido a su ubicación. Se puede dejar substancias ototoxicas en vestíbulo.

D-Neurectomia del Vestibular:


-Translaberíntica
-Fosa Cerebral Media
-Retrolaberintica-Presigmoidea
-Retrosigmoidea

No mejora la hipoacusia fluctuante, el acufeno ni la sensación de plenitud en oído.
Indicado en vértigo incapacitante, con mala audición, sobre todo si el otro oído esta también afectado y por lo tanto hay que preservar cualquier resto de audición.
En casos y en los bilaterales, no se haría la vía Translaberíntica, dado que al destruir el Laberinto, nos impediría en un futuro colocar un Implante Coclear, de estar indicado.
En pacientes añosos, no está recomendada la vía de la Fosa Cerebral Media, por la mayor friabilidad de la Duramadre.

 

Referencias

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