TARTAMUDEZ |
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Para revertir esta situación se sugiere escuchar sin impacientarse, hablarle al niño de a uno por vez, disminuir los niveles de exigencia y stress familiares y no interrumpirlo constantemente para corregirlo. Si, sin embargo, observamos en lo cotidiano que este chico repite lo dicho en un número inusitado de veces, que la voz “le sale finita” o “ronca” (disfónica), que cierra los ojos y acompaña a su discurso con muchos gestos, podemos inferir que existe una incomodidad para hablar. ¿QUE PODEMOS HACER? Para comenzar, debemos hacer la correspondiente Consulta Medica con el especialista en Otorrinolaringología para descartar la existencia de una dificultad orgánica que imposibilite el hablar correctamente (tales como alteraciones bucofaríngeas, distintos grados de madurez en su órgano efector: la laringe, etc.). De no existir estos cuadros, el Profesional debe derivar al niño con un Terapeuta del Lenguaje, para obtener orientación y apoyo terapéutico. Como padres debemos recordar que, a medida que logremos endentecer nuestro lenguaje, el niño hará lo propio con el suyo, beneficiándose. El enojo frente al tartamudeo solo aumenta el stress de la criatura, por lo que es indispensable crear un clima y (porción fundamental) abra las puertas a su Terapeuta, para arribar a buen puerto; juntos. |
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Aviso a pacientes, familiares o profesionales de atención primaria : |