LABERINTITIS |
¿Qué es, cómo se produce y cómo se trata? ¿Siente que rota? ¿Las cosas le dan vuelta? ¿Tiene la sensación de que el piso se mueve o se hunde? ¿Le cuesta leer? ¿Escucha con dificultad?Si la mayoría de sus respuestas fue positiva, seguramente tiene un trastorno en el sistema vestibular. La sensación de desequilibrio e inestabilidad, los movimientos oculares involuntarios, la pérdida de la audición y los pitos en el oído son los principales síntomas de la laberintitis. Este es uno de los trastornos del sistema vestibular que implica la inflamación de los canales del oído interno: “No es más que un proceso inflamatorio-infeccioso del laberinto”. En el oído se distinguen tres partes: oído externo, que comprende el pabellón auricular (oreja) y el conducto auditivo externo; oído medio, que abarca la membrana y caja timpánica; y el oído interno que incluye el laberinto y el caracol (cóclea). El laberinto es el órgano que da información sobre los movimientos angulares y lineales a los cuales es sometido el cuerpo, permitiendo junto con los otros elementos que conforman el sistema vestibular, la postura adecuada, el equilibrio, la estabilidad ocular y la posición en el espacio. El compromiso inflamatorio del laberinto es llamado “laberintitis”. No es un trastorno genético, porque depende de un proceso infeccioso adquirido. Es importante acotar las causas que producen esa inflamación o infección. El inicio de la laberintitis puede ser una simple infección del oído medio, que es la estructura vecina al laberinto, estas infecciones generalmente son producidas por virus o bacterias, donde las protagonistas son Streptococcus neumonie, Haemophylus influenza y Moraxella catahrralis, que son las mismas que producen otitis media y por continuidad afectan el laberinto. Otra de las formas, son casos de pacientes con otitis media crónica —otitis media de larga data con más de tres meses de evolución— en la que se genera un tejido llamado colesteatoma, producto de la inflamación crónica, que tiene la particularidad de ir destruyendo el hueso creando continuidad con el oído interno por lo que las bacterias pasan al laberinto y lo infectan. ¿Que estudios ameritan realizarse? El diagnóstico se hace sobre la base clínica y antecedentes del paciente. “Que haya tenido una infección respiratoria superior, un dolor de oído, gripe fuerte, fiebre, malestar, mareos o vértigo, sensación de que todas las cosas se mueven a su alrededor y además no escucha bien (hipoacusia), permiten inferir que esa persona pudiera tener una laberintitis. ¿Cómo lo podemos corroborar? Con la evaluación clínica, al examinar al paciente se constatan signos de otitis media y trastornos del equilibrio, complementado con exámenes de laboratorio que revelan si estoy en presencia de un proceso infeccioso, viral o bacteriano”. La audiometría permite conocer el umbral auditivo del paciente y finalmente si es necesario, se puede realizar la tomografía axial computarizada de oído medio y mastoides (TAC). La Electronistagmografía permite ver cómo está el funcionamiento del sistema vestibular, y no debe realizarse en la fase aguda de la enfermedad. Sólo en casos específicos se hace la resonancia magnética cerebral, que es un estudio más completo, especialmente cuando se sospecha de complicaciones intracraneales de otitis media. Por ejemplo meningitis y absceso cerebral. En cuanto al tratamiento a usar, se deben tomar en cuenta los medicamentos para tratar la infección e inflamación, y los sedantes vestibulares, que controlan el trastorno del equilibrio que comúnmente tiene la laberintitis; el tratamiento quirúrgico se reserva para los casos de otitis media crónica colesteatomatosa. En general el antibiótico constituye la primera droga de elección y este va a depender del tipo de bacteria que exista en esa laberintitis o en ese compromiso del laberinto. SUS CUIDADOS Para prevenirla debe:
Cuando ya se tiene es recomendable:
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