RESEÑA Y PUESTA AL DIA EN EL MÉNIÈRE
La enfermedad de Ménière, descrita por primera vez por el médico francés Prosper Ménière en 1861, afecta principalmente a personas entre 40 y 60 años.
Prosper Ménière dio su nombre a un trastorno del oído interno caracterizado por episodios recurrentes de vértigo espontáneo, pérdida de la audición fluctuante y acúfenos, a menudo con una sensación de plenitud en el oído. El trastorno puede subdividirse en dos categorías. Normalmente es idiopático (es decir, sin causa conocida), en cuyo caso se llama enfermedad de Ménière. También puede ser secundario a varios trastornos del oído interno, en cuyo caso se denomina síndrome de Ménière.
La enfermedad es provocada por un incremento de endolinfa, un líquido presente en el oído interno, llegando incluso a romper las estructuras del aparato sensorial (la zona de la audición y la zona del equilibrio) de ahí los síntomas de vértigo, sordera y ruidos en los oídos sin que se sepa bien a qué se debe este incremento de endolinfa.
Observaciones han permitido caracterizar la pérdida de audición asociada a esta enfermedad, llegándose a la conclusión de que la pérdida de audición es diferente si se trata de una afección unilateral o bilateral, afectando a uno o a los dos oídos, y que es mucho mayor entre los 5 y los 15 años tras la aparición de los primeros síntomas.
La enfermedad de Ménière como dijimos alcanza su máxima frecuencia entre los 40 y 60 años de edad, aunque también pueden estar afectadas personas más jóvenes. La incidencia es de entre 1: 1.000 y 1: 2.000 de la población; dependiendo de la fuente. Ambos sexos son igualmente afectados y se puede presentar a cualquier edad. Acerca de 7-10% de los pacientes tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
La causa de la enfermedad de Ménière es desconocida. Muchos factores se cree que participan en el desarrollo de la condición (por ejemplo, aumento de la presión del líquido en el saco endolinfático, factores alérgicos o autoinmunes que dañan el oído interno u otros factores desconocidos. La relación entre estos factores y la progresión de la enfermedad, sin embargo sigue siendo poco clara .
En algunos casos, la enfermedad de Ménière puede estar relacionada con:
•Traumatismo craneal
•Infección del oído medio o interno
Otros factores de riesgo son:
• Consumo de alcohol
•Alergias
•Antecedentes familiares
•Enfermedad viral reciente
•Tabaquismo
•Estrés
•Uso de ciertos medicamentos
Los episodios agudos de enfermedad de Ménière tienden a ocurrir en brotes, con una frecuencia promedio de seis a 11 brotes por año, aunque la remisión puede durar varios meses (Friberg 1984). Se ha observado que los episodios ocurren con mayor frecuencia durante los primeros años después de la presentación y luego disminuyen, asociados con un deterioro sostenido de la audición (Moffat 1997). En la mayoría de los casos, los episodios vertiginosos finalmente desaparecen por completo (Silverstein 1989). La evolución fluctuante, progresiva e imprevisible de la enfermedad de Ménière hace que la investigación de cualquier efecto del tratamiento sea difícil.
La enfermedad de Ménière se asocia con hidropesía endolinfática, es decir, elevación de la presión de la endolinfa en el laberinto membranoso del oído interno (Hallpike 1938). La causa de la hidropesía no es conocida en la mayoría de los casos. Los trastornos específicos que afectan el oído interno que se asocian con hidropesía incluyen la fractura del hueso temporal, la sífilis (otosifilis), el hipotiroidismo, enfermedad autoinmune del oído interno (por ejemplo el Síndrome de Cogan entre otros), la displasia de Mondini, , fístula perilinfática, síndrome de canal semicircular superior, la enfermedad de Lyme, esclerosis múltiple, paroxysmia vestibular, y los tumores del hueso temporal.
No se ha probado una relación causal directa entre la enfermedad de Ménière y la hidropesía endolinfática (Ruckenstein 1999).
Daño que produce la Enfermedad de Ménière en el Oído interno:
1. Muerte de las células ciliadas: Es ampliamente conocido que los recurrentes ataques de Ménière llevan a la destrucción de las células ciliadas del oído interno, esto es un proceso gradual que puede llevar años, pero que frecuentemente resulta en una sordera unilateral funcional. Las células ciliadas cocleares (audición) son más sensibles. Si bien las células ciliadas vestibulares parecen ser más resistentes , también existe una lenta declinación de la respuesta calórica en enfermedades de aproximadamente 15 años de evolución (Stahle et al, 1991).
2. Cambios mecánicos del oído: Disturbios mecánicos del oído interno, como la dilatación del utrículo y del sáculo son los más conocidos hallazgos en la anatomía patológica. El sáculo puede dilatarse significativamente en estadios avanzados de la enfermedad y adherirse al pie del estribo. Esta distorsión mecánica del oído interno puede resultar en una progresiva y crónica pérdida de la estabilidad, aún cuando el paciente no esté teniendo ataques. La periódica dilatación y retracción del utrículo es también una razonable explicación para los periódicos ataques de otros trastornos vestibulares como el VPPB (Vértigo posicional paroxístico benigno). Finalmente, parece probable también que podría haber rupturas en el sistema de suspensión del laberinto membranoso. Esto podría crear inestabilidad mecánica del utrículo y sáculo llevando a un desequilibrio crónico.
No hay hasta el momento evidencia que la Enfermedad de Ménière lesione el nervio cocleo-vestibular (see Kitamura et al, 1997).
Diagnóstico:
El trastorno no siempre es fácil de diagnosticar y no hay ninguna prueba diagnóstica que se considere el estándar de oro (gold standard). Casi con seguridad es sobrediagnosticada por los que no son especialistas. La American Academy of Otolaryngology – Head and Neck Surgery (AAO-HNS) ha publicado pautas de diagnóstico (Alford 1972) que han sido revisadas en dos oportunidades (Pearson 1985; Committee 1995), pero no son universalmente aceptadas. No obstante, proporcionan una norma que puede aplicarse fácilmente en la práctica clínica normal. Brevemente, estas pautas estipulan actualmente que un diagnóstico «definitivo» sólo puede emitirse en base a, por lo menos, dos episodios espontáneos de vértigo rotatorio de 20 minutos de duración como mínimo, confirmación por audiometría de una pérdida auditiva neurosensorial, más acúfenos y/o una sensación de plenitud auditiva. Estos criterios excluyen la mayor parte de los demás cuadros vestibulares, pero también es necesaria la investigación adicional para excluir otras patologías.
El diagnóstico de la enfermedad de Ménière como se dijo se hace con una historia característica del paciente, incluyendo episodios discretos de vértigo dura 20 minutos o más, acompañados de pérdida de audición neurosensorial, que suele ser de baja frecuencia en un primer momento, la plenitud auditiva (fullness) y acúfenos.
Plenitud en el oído es otra característica de la enfermedad de Ménière es la sensación de «plenitud» o la presión sonora que puede ser muy incómodo. La plenitud también puede fluctuar y por alguna causa angustia considerable. Algunos pacientes pueden medir que su condición está empezando de nuevo si notan un cambio en la sensación de la «plenitud». Para algunos esta sensación puede desaparecer por completo, sin embargo para otros puede convertirse en crónica con la constante sensación de presión. En pacientes con la enfermedad de Ménière, la plenitud puede fluctuar con la gravedad de la condición.
Las pruebas diagnósticas incluyen audiometría, EcoG, Vemp Cervical u Ocular, Resonancia Magnética Nuclear (RMN) con y sin contraste de los conductos auditivos internos, y la exclusión de otras enfermedades que pueden producir síntomas similares, como las ya descriptas anteriormente, que pueden cursar con hidropesía endolinfática.
Una historia cinetosis en la infancia y o de migraña debe buscarse también debido a una alta tasa de co-ocurrencia.
Nuevos aporte al diagnóstico del Ménière:
• Gadolinio intratimpánica. Louza et al informaron que el gadolinio intratimpánica no tuvo efecto a corto plazo sobre la audición. Este estudio permite la posibilidad de obtención de imágenes del laberinto usando resonancia magnética nuclear.
Tratamiento:
El tratamiento de la enfermedad de Ménière está orientado a reducir y controlar los síntomas. Como la enfermedad de Ménière es sintomático, el tratamiento variará dependiendo de las necesidades de cada persona e incluye la medicación, la rehabilitación vestibular, la dieta y estilo de vida, la gestión de los acúfenos o tinnitus, los audífonos y el asesoramiento. En cuatro de cada cinco personas las medidas no quirúrgicas son suficientes para controlar los síntomas de la enfermedad de Ménière. Sin embargo, si el vértigo sigue siendo un problema los procedimientos quirúrgicos pueden ayudar.
El tratamiento comienza con medidas conservadoras, incluyendo la dieta baja en sal, evitar el estrés y la cafeína, y la higiene del sueño. El tratamiento médico con un diurético es el siguiente paso habitual.
Si eso no funciona para controlar los síntomas, entonces se discuten las opciones de (TI) de los esteroides intratimpánicos o la betahistina.
Otros tratamientos incluyen el dispositivo Meniett y cirugía del saco endolinfático, pero la eficacia de ambos es controversial. Si las medidas anteriores no proporcionan un control sintomático del vértigo, entonces se consideran terapias ablativas como gentamicina intratimpánica.
En raras ocasiones, la sección del nervio vestibular o laberintectomía se considera para un paciente con síntomas severos que no muestran una reducción de la función vestibular con gentamicina.
Las benzodiazepinas y antieméticos se utilizan para el control sintomático durante los episodios de vértigo.
La dieta en los mareos:
Su oído interno es influenciado por ciertas sustancias en su sangre y otros fluidos del cuerpo. Por ejemplo cuando usted come alimentos que tienen gran cantidad de azúcar o sal, su concentración de sal y azúcar en su sangre se incrementa, y esto afectará la concentración de dichas sustancias en su oído interno.
Las personas con ciertos trastornos del equilibrio deben controlar la cantidad de sal y azúcar que le agregan a las comidas. Usted debe también conocer la cantidad de sal y azúcar oculta que los alimentos tienen. Limitando y eliminando el uso de cafeína y alcohol también ayudará a reducir los síntomas como el tinnitus y los mareos.
La clave del tratamiento es mantener estables los niveles de fluidos en su cuerpo de manera de evitar las fluctuaciones de presión en su oído interno:
1.Distribuya la toma de líquidos y alimentos en el día y manténgalo así día a día . Coma aproximadamente la misma cantidad de alimentos en cada comida y evite los excesos de comida. Si usted toma colaciones hágalo en tiempos regulares.
2.Evite comer alimentos que contengan altos niveles de sal . Una ingestión elevada de sal puede resultar en fluctuaciones de presión en los fluidos de su oído interno y puede incrementar sus síntomas. Trate de comer una dieta rica en frutas, vegetales y cereales, baja en embutidos y comidas procesadas o congeladas. Habitualmente recomendamos una dieta que tenga menos de 1 gr. de sodio.
3.Tome una adecuada cantidad de líquidos en el día. Se debería incluir agua, leche y jugos de frutas bajas en azúcar (p.e arándano ). Trate de anticiparse a las pérdidas de líquidos que se producen cuando usted hace ejercicios o en días calurosos, y tome líquidos antes de que esas pérdidas se produzcan. Tenga precaución con la leche algunas personas tienen alergias a algunos alimentos y pueden aumentar los síntomas asociados a la toma de leche o sus derivados.
4.Evite líquidos o alimentos que contengan cafeína . (como el café, té, y chocolate). La cafeína tiene propiedades estimulantes que pueden empeorar sus síntomas. La cafeína también puede aumentar la intensidad de los tinnitus . Mucha cantidad de cafeína puede además gatillar la migraña .(La migraña puede ser un diagnostico difícil de separar de la enfermedad de Meniere). El chocolate tambien puede gatillar la migraña
5.Limite la ingestión de alcohol a un vaso de cerveza o vino por dia. El alcohol puede también inducir migraña asociada a vértigo.
6.Evite alimentos que contengan MSG (glutamato monosódico). Este frecuentemente se encuentra en comidas preparadas y en comidas chinas. Esto puede incrementar los síntomas en algunos pacientes, posiblemente debido al vínculo con migraña asociada a vértigo, también debido a que contiene sodio.
Consideraciones farmacológicas:
1.Evite la aspirina y medicaciones que contengan aspirina . La aspirina puede causar tinnitus (anormal percepción de sonidos en su oído). Los anti-inflamatorios no esteroides como el Ibuprofeno o naproxeno también deben ser evitados.
2.Evite las medicaciones que contengan cafeína . La cafeína incrementa el tinnitus asi como se asocia a los problemas antes mencionados en la sección de alimentos.
3.Preste atención a las contraindicaciones de las medicaciones que usted toma. Algunas medicaciones pueden incrementar sus síntomas.
4.Evite Fumar. La nicotina presente en los cigarrillos produce constricción de los vasos y puede disminuir la irrigación del oído interno, haciendo que sus síntomas empeoren.
Medicación para manejo de un ataque agudo en la enfermedad de Ménière:
* Medicación comúnmente usada para el manejo de un ataque en la enfermedad de Ménière.
•Meclizine (Antivert), chewable (Bonine). Rango de dosis 12.5 dos veces / día a 50 mg tres veces / día .
•Lorazepam (Ativan) 0.5 mg. La dosis usual es dos veces / día .Esta medicación puede ser colocada sublingual
•Phenergan (oralmente o supositorio). Dosis usual es 12.5 mg cada 12 hrs. si es necesario para tratamiento de los vómitos
•Compazine (oralmente o supositorio).Dosis usual es 5 mg cada 12 horas si es necesario para tratamiento de los vómitos
•Zofran (oralmente o sublingual). Dosis usual es 8mg cada 12 hrs para tratamiento de los vómitos
•Decadron (dexamethasone) 4 mg oralmente por 4-7 días..
Cómo manejar un ataque:
Durante el ataque agudo, acuéstese sobre una superficie firme. Permanezca lo mas inmóvil como sea posible, con los ojos abiertos y fijos mirando un objeto estacionario. No trate de beber nada ya que usted podría vomitar . Permanezca así hasta que el severo vértigo (giros) pase, luego levántese LENTAMENTE. Una vez que el ataque disminuya, usted probablemente se sentirá cansado y necesitará dormir por varias horas.
Si los vómitos persisten y usted es incapaz de tomar fluidos por más de 24 horas (12 horas en los niños), contacte a su Doctor ya que él puede prescribirle medicación para las naúseas y/o sedantes vestibulares. El podría querer evaluarlo antes de indicarle la medicación. Antivert y Ativan son comúnmente usados como supresores vestibulares y Compazine o Phenergan son generalmente utilizados para el tratamiento de las nauseas.
Medicación usada entre ataques:
Diuréticos los más comúnmente usados, por una razón no muy clara son : los inhibidores de la anhidrasa carbónica y los diuréticos combinados. Estos agentes tienen la ventaja de que no requieren suplemento de potasio.
•Dyazide (triamterine/HCTZ)
•Moduretic (amiloride/HCTZ)
•Diamox (acetazolamide)
Supresores o sedantes vestibulares:
•klonazepam(Klonapin) 0.5 mg Dos veces al día o a demanda ( según necesidad )
•lorazepam (Ativan) 0.5mg Dos veces al día o a demanda
•diazepam (Valium) 2 mg Dos veces al día o a demanda
•meclizine (Antivert ) 12.5 mg a 25 mg a demanda o 3-4 veces/d’ia
Bloqueantes de los canales de calcio:
•Verapamil (Calan) 120 mg. Liberación sostenida.
•Flunarizine/Cinnarizine (no disponible en USA)
Esteroides (raramente):
•Dexamethasone (nota: la administración intratimpánica de esteroides es controversial)
•Prednisone
Immuno-supresores (raramente)
•Methotrexate
•Esteroides
•Enbrel
Agentes que son controversiales:
•Serc (Betahistine)
•Inyecciones de Histamine
•Tratamientos Homeopathic , como el VertigoHeel
•Terapia Antiviral (como el acyclovir)
•Dexamethasone intratimpánica
Nuevos aportes al tratamiento del Ménière:
• El oxígeno hiperbárico. Fattori et al, Audiología 35 (6): 322-34, 1996. Estos autores reportan los resultados del tratamiento de 15 días con 90 min. sesiones de una cámara de presión. Ellos reportan mejores resultados de audiencia en los pacientes tratados. Comentario: carece de un mecanismo razonable y también teniendo en cuenta los problemas generales con las respuestas al placebo en Meniere (vea el papel clásico titulado Antiguo y Nuevo en Ménière, por N. Torok), este tratamiento sigue sin fundamento.
• Anestesia Laberinto. (Adunka, Moustaklis et al., 2003) En este tratamiento, la lidocaína y la kinetina se instila en el oído medio mediante inyección transtimpánica. La remisión se informó en el 66% de los pacientes. Es difícil entender por qué un anestésico local que se ha ido en horas a lo sumo debería causar una remisión de larga duración. Kinetina es un factor de crecimiento de las plantas, plaguicidas, y un ingrediente en preparaciones para la piel. Quizás Kinetin tiene un efecto positivo sobre la enfermedad de Ménière.
• El latanoprost. Rask-Andersen et al. (Otol HNS 2005, 133, 441-443). Estos autores informan inyecciones de este medicamento a través del tímpano, una vez / día durante 3 días. Se estudiaron 9 pacientes. Ellos reportan mejoras en el vértigo (30%) y el oído. Este fármaco, que se utiliza para el tratamiento de glaucoma, se ha tratado aquí en el oído. La razón aparente es la reducción de la hidropesía. Este pequeño estudio muestra que es factible el uso de esta droga. Es demasiado pequeño para decir si es realmente útil.
• Obstrucción del conducto endolinfático. Salibra y otros (2014) informaron de que EDB resultó en 96,5% el control completo de episodios de vértigo, sin efectos adversos. Comentario: Suena maravilloso – pero nos gustaría ver este resultado replicado.
• Esteroides transtimpánicos. Shea y Ge (Otol Clin NA, 1996, 29: 353-8, también Am J Otol, 18: 4,1997). Comentario: Estos autores informaron efectos positivos de uso de esteroides inyectados en el oído medio, combinado con steroids.However intravenosa, un estudio doble ciego no encontró diferencias significativas entre la dexametasona perfusión oído interno y el placebo (Silverstein H, Isaacson JE, Olds MJ, Rowan PT, Rosenberg S; Am J Otol 19: 2: 1998, 196-201) En nuestra opinión, así como la del consenso (Ver Blakely, Am J Otol, 18: 4, 1997), que este tratamiento es actualmente en fase de investigación , y que una base científica sólida para su uso es deficiente. Nos preocupa en particular que los efectos positivos, si están presentes, son transitorias. Para nosotros, gotas administradas a través de un tubo de ventilación durante un período más largo parecen más probabilidades de ser eficaces. En esta escritura (2006), rara vez recomendamos esteroides intratimpánicos.
• El tratamiento en general. Varios autores de la clínica de Cleveland (Am J Otol 18: 67-73, 1997) encuestados resultados auditivos a largo plazo y la calidad de vida en pacientes con enfermedad de Meniere. Llegaron a la conclusión de que no hay resultados estadísticamente significativos se detectaron en la audición a largo plazo en pacientes médica o quirúrgicamente tratados en comparación con los pacientes no tratados. Comentario: Este estudio añade más apoyo a la opinión general de que no existe un tratamiento eficaz que evita la pérdida de audición en Meniere. Sin embargo, casi todos coinciden en que el tratamiento influye mareos.
• Agua. En un informe increíble, Naganuma y otros de Japón (2006) estudiaron a 29 personas e informó de que grandes cantidades de ingesta de agua toman más de 2 años (35 ml / Kg – o alrededor de 2,5 litros para una persona de 70 kilos), «vértigo aliviada drásticamente «y mejoró significativamente la audiencia en los últimos 6 meses. En nuestra opinión, este estudio es de poca potencia (sujetos no suficientes para probar su punto), y también peligroso ya que puede llevar a la gente a convertirse en agua en estado de embriaguez. No vemos ninguna razón por qué debería haber buenos resultados sólo en los últimos 6 meses, y también que no pensamos que un total de 29 pacientes es ni de lejos suficiente.
• Los antimicóticos. Leong et al publicado recientemente un estudio retrospectivo de 26 pacientes tratados con micostatina oral, un antifúngico. Por supuesto, este es un estudio no controlado, y con sujeción a los problemas habituales de estos estudios en la enfermedad de Ménière (Leong, pothie, Rutka 2014). Mientras que «la esperanza es eterna», se trata de datos bastante delgadas. Es difícil entender por qué un antifúngico sería útil para la enfermedad de Ménière.
Tratamientos quirúrgicos y destructivos de la Enfermedad de Ménière:
En casos extremadamente severos, el tratamiento destructivo del oído interno como la Inyección de gentamicina o la cirugía pueden ser consideradas. Esto es el último recurso para personas que tienen severos ataques y se encuentran por lo tanto discapacitadas. Actualmente, nosotros estamos a favor del tratamiento con gentamicina en la mayoría de los casos donde el tratamiento destructivo ha sido considerado. Las inyecciones con gentamicina son aplicadas a través del tímpano, a través de un pequeño agujero o un pequeño tubo. Este procedimiento permite un tratamiento de un oído a la vez, sin afectar el otro. Típicamente, aproximadamente 4 aplicaciones en un período de un mes es suficiente. Los mareos pueden recurrir luego de un año, requiriendo otra serie de aplicaciones.
Si bien las inyecciones de esteroides intratimpánica han sido recientemente postuladas como tratamiento por Shea, al presente no existe consenso aún para calificarlas como efectiva desde una base científica. Algunos estudios sugieren que éste no es mejor que el placebo. (Silverstein et al, 1998). Otros sugieren que sus resultados son tan buenos como la gentamicina (Sennaroglu et al, 2001). Nosotros tenemos al momento de escribir éste artículo (fines del 2002) nuestras reservas debido a que tenemos dificultades para entender el verdadero mecanismo de acción farmacológico.
Como alternativa, el tratamiento quirúrgico puede ser indicado, en éste el nervio vestibular es clipado. Esta operación, es llamada neurectomía vestibular o sección del nervio vestibular; es muy efectiva en el tratamiento del vértigo, especialmente la variante que no compromete la audición. En la actualidad, se piensa que tiene un significativo mayor riesgo que la inyección de gentamicina. Nosotros no estamos a favor de la sección del nervio vestibular, excepto en los casos en el los cuáles la inyección con gentamicina ha fallado.
Otra operación es la llamada laberintectomía, es recomendada en personas que han perdido completamente la audición o en los pacientes en los cuáles la sección del nervio vestibular es considerada muy riesgosa. Una vez más éste procedimiento debería ser aplicado en los casos en los cuáles la gentamicina ha fallado.
El tercer procedimiento es el shunt endolinfático, éste es usado por algunos médicos para aliviar la presión en el oído interno. Desafortunadamente, si bien el shunt parecería ser un procedimiento lógico, la mayoría de los estudios mostraron que, la colocación del shunt no parece ser mejor que no tomar ninguna medida terapéutica (e.g. Silverstein and Rosenberg, 1992), o hacer una masteidectomía, como cirugía fingida. (Bretlau et al, 1981; Thomsen et al, 1981, ver las referencias más adelante). Esto puede ser debido a que el shunt puede fácilmente taparse. Nosotros actualmente no recomendamos éste procedimiento para nuestros pacientes excepto en casos especiales. Esto puede incluir personas que tienen una audición perfectamente normal , o personas mayores que podrían no tolerar el tratamiento con gentamicina descripto antes (Pensak and Friedman, 1998; Gianoli et al, 1998). Una reciente tendencia es tratar de dañar el saco endolinfatico, además de mejorar el drenaje. Como el saco es el órgano inmune del oído, ésta idea tiene sentido si uno está tratando de inmunosuprimir el oído.
Recientemente ha sido reportado que la sección de los músculos del oído medio podría ser útil en la enfermedad de Ménière. (Franz et al, 2003). El fundamento de este procedimiento es difícil de encontrar, y nosotros desearíamos ver más estudios acerca del tema antes de recomendarlo.
Hay controversias en la literatura acerca de la implantación de tubos en el tímpano. (Disfunción de la trompa de Eustaquio) No parece modificar la enfermedad de Ménière (Maier et al, 1997).
Para la enfermedad bilateral, cuando el paciente se encuentra incapacitado y no se puede determinar que oído está causando los vértigos, la estreptomicina (1 mg dos veces por día) puede ser aplicada en forma ambulatoria hasta que se desarrolle el primer signo de ototoxicidad. Este tratamiento generalmente logra reducir o eliminar las crisis vertiginosas sin afectar la audición. Este tratamiento sin embargo daña el oído interno y causa paresia vestibular bilateral, la cual tiene su propio conjunto de síntomas y discapacidad.
El tratamiento quirúrgico no ha mostrado preservar más la audición que cualquier tratamiento médico. (Kinney et al, 1996). Una revisión del tratamiento quirúrgico ha sido recientemente publicada por LaRouere (ver las referencias).
Por último y brevemente:
Opciones de rehabilitación para la debilidad vestibular unilateral incluyen terapia física y para la pérdida auditiva unilateral incluyen audífonos convencionales, enrutamiento contralateral de sonido (CROS) y audífonos osteointegrados.
Tomado de:
Rauch, Otolaryngol Clin North Am 43: 1011-1017, 2010).
http://www.menieres.org.uk/information-and-support
http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/menieres disease/basics/symptoms/con-20028251
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000702.htm
http://www.dizziness-and-balance.com/disorders/menieres/menieres_spanish.html
http://www.dizziness-and-balance.com/disorders/menieres/men_new.html
Referencias acerca de cirugías placebo en la Enfermedad de Ménière:
Bretlau P, J Thomsen, M Tos and NJ Johnsen (1982). «Placebo effect in surgery for Meniere’s disease. A double-blind placebo-controlled study on endolymphatic sac shunt surgery.» Adv Otorhinolaryngol 28: 139-46.
Bretlau P, J Thomsen, M Tos and NJ Johnsen (1984). «Placebo effect in surgery for Meniere’s disease: a three-year follow-up study of patients in a double blind placebo controlled study on endolymphatic sac shunt surgery.» Am J Otol 5(6): 558-61.
Bretlau P, J Thomsen, M Tos and NJ Johnsen (1989). «Placebo effect in surgery for Meniere’s disease: nine-year follow-up.» Am J Otol 10(4): 259-61.
Thomsen J, P Bretlau, M Tos and NJ Johnsen (1983). «Meniere’s disease: a 3-year follow-up of patients in a double-blind placebo-controlled study on endolymphatic sac shunt surgery.» Adv Otorhinolaryngol 30: 350-4.
Torok N (1977). «Old and new in Meniere disease.» Laryngoscope 87(11): 1870-7.
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